Un nuevo estudio ha sorprendido al mundo científico al revelar que, contra todo pronóstico, ciertas regiones de la Antártida están ganando hielo. Aunque el hielo marino se está derritiendo a un ritmo alarmante, el hielo de agua dulce en el interior del continente ha aumentado. Este fenómeno parece contradictorio, pero tiene una explicación científica: el aire más cálido retiene más humedad, lo que está provocando fuertes nevadas en las zonas frías del continente.

Lejos de ser una buena noticia, este hallazgo es una evidencia más del caos climático. El crecimiento del hielo en estas áreas no significa que el planeta se esté enfriando, sino que las consecuencias del calentamiento global pueden ser complejas y a veces inesperadas. Más humedad en la atmósfera significa más eventos extremos, como lluvias intensas, tormentas… y también nevadas anormales.

Los investigadores advierten que esta acumulación de hielo podría ser solo temporal. Las nevadas podrían no ser suficientes para contrarrestar las pérdidas en otras zonas de la Antártida, donde el deshielo continúa. Además, si las temperaturas siguen subiendo, incluso ese hielo reciente podría derretirse en las próximas décadas. Lejos de ser un consuelo, este hallazgo subraya lo impredecible y peligroso que puede ser el cambio climático.