Cuba no solo enfrenta una grave crisis económica, sino también un alarmante declive poblacional. En 1959, el país tenía 6 millones de habitantes, y hoy la cifra apenas alcanza los 9.7 millones. A pesar del paso de las décadas, el crecimiento demográfico ha sido mínimo, y en 2024 la isla registró la tasa de natalidad más baja en años, con apenas 71 mil nacimiento

La migración masiva ha sido un factor clave en esta crisis. Tan solo el año pasado, 300 mil cubanos abandonaron el país, buscando mejores oportunidades en el extranjero. Mientras la población joven disminuye, el envejecimiento de la sociedad avanza rápidamente, lo que pone en riesgo la sostenibilidad del país a largo plazo.

El futuro de Cuba se torna incierto ante este panorama. Con más muertes que nacimientos y sin una estrategia clara para frenar la migración, la isla podría enfrentar un colapso demográfico en las próximas décadas. La pregunta es: ¿qué medidas tomará el gobierno para revertir esta situación?