Hacer ejercicio una hora al día no significa que tengas un estilo de vida activo. Los expertos han acuñado el término «sedentarismo oculto» para describir a las personas que, aunque van al gimnasio o corren por la mañana, pasan el resto del día sentadas frente a una computadora. Esta inactividad prolongada puede aumentar el riesgo de enfermedades graves como diabetes, problemas cardíacos e incluso cáncer.

El cuerpo humano no está diseñado para permanecer en la misma posición durante horas. La falta de movimiento reduce la circulación sanguínea, ralentiza el metabolismo y puede provocar daños musculares y articulares. Estudios han demostrado que las personas que permanecen sentadas por largos periodos tienen un mayor riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, lo que puede desencadenar problemas metabólicos.

La solución no es solo hacer ejercicio, sino moverse a lo largo del día. Levantarse cada hora, estirar las piernas, caminar mientras se habla por teléfono o incluso realizar pequeños ejercicios de movilidad puede marcar la diferencia. Combatir el sedentarismo oculto no requiere cambios drásticos, sino pequeños hábitos que, a largo plazo, pueden mejorar significativamente la salud.