El Banco Mundial informó que la pobreza y la desigualdad en México han disminuido en los últimos años, lo que representa una noticia positiva para la economía del país. Esta reducción ha sido impulsada por diversos factores, entre ellos el aumento del salario mínimo, el crecimiento del empleo formal y la mayor participación de mujeres en el mercado laboral. Gracias a estas medidas, más familias han mejorado su calidad de vida y tienen acceso a mejores oportunidades.
Sin embargo, el organismo internacional también señaló que el país aún enfrenta desafíos económicos. Para reducir aún más la pobreza y la desigualdad de ingresos, México necesita un crecimiento económico más acelerado. Según sus estimaciones, si el Producto Interno Bruto (PIB) creciera de manera sostenida al 2% anual, la pobreza en el país podría reducirse hasta el 15.4% para el año 2030.
Este informe resalta la importancia de seguir impulsando políticas económicas que fortalezcan el crecimiento y generen empleo de calidad. Aunque el panorama es alentador, se requiere mayor inversión y desarrollo en sectores clave para garantizar un progreso sostenido. La clave está en combinar crecimiento con inclusión para lograr un país más próspero y equitativo.