El verdadero terror de Halloween: el desperdicio de calabazas.

Mientras hay hambruna en gran parte de la población mundial, al año se desperdician 18 mil toneladas de calabazas, el 25% de todas las que se usan en Halloween. 

Por eso se hizo una campaña llamada #PumpkinRescue para recordarle a la gente que hay que cuidarlas mientras se usan como adornos, para luego poder comerlas, ya sea una sopa de calabaza, puré, galletas de calabaza o jugos.