En el corazón de Iraq, en la ciudad de Najaf, se encuentra Wadi al-Salam, conocido como el cementerio más grande del mundo. Este vasto campo sagrado alberga más de cinco millones de tumbas, convirtiéndolo en un lugar cuya «población» es tres veces mayor que la de Barcelona. Con una historia que se remonta a más de 1,400 años, Wadi al-Salam no es solo un sitio de descanso eterno, sino también un importante destino espiritual.

Wadi al-Salam, cuyo nombre significa «Valle de la Paz», tiene un profundo significado religioso para los musulmanes chiitas. Este cementerio se encuentra cerca del santuario del Imán Alí, primo y yerno del profeta Mahoma, y una de las figuras más veneradas en el Islam chiita. Por esta razón, muchas familias de todo el mundo, especialmente de países como Irán, hacen grandes sacrificios económicos para garantizar que los restos de sus seres queridos descansen en este lugar.

Wadi al-Salam sigue siendo un recordatorio de cómo las tradiciones culturales y religiosas pueden influir profundamente en la forma en que las personas enfrentan la mortalidad, asegurando que el legado de sus seres queridos permanezca vivo para las generaciones futuras.