En ciertas fechas del año, México experimenta un fenómeno natural tan inusual como hermoso: el «día sin sombra». Este evento ocurre cuando el Sol está justo en el cenit, es decir, directamente sobre la cabeza de las personas. Durante unos minutos, todos los objetos verticales —como árboles, postes, edificios y hasta tu cuerpo— pierden su sombra, creando una sensación visual muy particular.

Este espectáculo sucede dos veces al año en las zonas ubicadas entre los trópicos de Cáncer y Capricornio. En México, se puede observar a finales de mayo y nuevamente en julio, dependiendo de la latitud de cada ciudad. Lugares como Mérida, Chichén Itzá, Mazatlán o el Zócalo de la Ciudad de México son algunos de los sitios más recomendados para disfrutar del evento.

Más allá de su valor estético, el día sin sombra es un recordatorio de cómo el planeta se relaciona con el Sol y cómo esas interacciones definen el paso del tiempo, las estaciones y la cultura. Aunque no es tan llamativo como un eclipse, su sutileza lo convierte en una experiencia que vale la pena presenciar al menos una vez en la vida.

Reportera, conductora y redactora de Mex news. Gustosa de aprender y curiosa irremediable.