Donald Trump ha planteado una propuesta controversial: que el gobierno de EE. UU. entregue 1,000 dólares a cada bebé nacido en el país, como una inversión a futuro. El dinero se colocaría en una cuenta de inversión vinculada al mercado de valores, accesible cuando la persona alcance la mayoría de edad.
Según el exmandatario, esta medida ayudaría a construir patrimonio para las nuevas generaciones, quienes podrían usarlo para estudiar, emprender o comprar una vivienda. Sin embargo, especialistas fiscales advierten que esta cuenta funcionaría como cualquier inversión regular: estaría sujeta a impuestos y no tendría beneficios fiscales particulares.
Aunque suena ambicioso, expertos consideran que podría ser una propuesta simbólica más que efectiva, y que el impacto real dependerá de cómo se estructuren los fondos y los rendimientos en el largo plazo.