Las políticas de Donald Trump empiezan a afectar uno de los sectores más importantes para Estados Unidos: el turismo. De acuerdo con proyecciones económicas, el país podría perder hasta 64 mil millones de dólares en 2025 debido a la caída de visitantes extranjeros. Entre los factores principales están los nuevos aranceles impuestos a Canadá, México y China, sumados a un dólar fortalecido y una imagen global cada vez más deteriorada.
Los efectos ya se sienten en destinos como Nueva York, donde se reportan menos reservas de hoteles, vuelos cancelados y una caída en las búsquedas turísticas desde Canadá, uno de sus principales mercados. La percepción de Estados Unidos como un país menos hospitalario comienza a ahuyentar a los viajeros, que optan por otros destinos más accesibles y amigables.
La preocupación crece porque esta tendencia podría afectar eventos de gran relevancia como el Mundial de 2026 y los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028. Ambas justas deportivas esperan recibir a millones de turistas, pero de continuar este escenario, Estados Unidos podría ver su liderazgo turístico debilitado justo en momentos clave para su economía y su prestigio internacional.