En un evento que pareció un funeral de Estado, más de 60 mil personas se reunieron para despedir a Charlie Kirk, el joven líder conservador que falleció a los 31 años. Donald Trump encabezó la ceremonia y se refirió a Kirk como “un gigante de su generación”, destacando el papel clave que jugó en movilizar a miles de jóvenes votantes republicanos en las elecciones pasadas.
El acto, realizado con un despliegue de seguridad y cobertura mediática masiva, reunió a figuras como Elon Musk, Marco Rubio y JD Vance, lo que subrayó la influencia que Kirk había alcanzado en el panorama político estadounidense. Los asistentes lo describieron como un momento histórico, cargado de simbolismo para el movimiento conservador.
El instante más emotivo llegó con el discurso de Erika, viuda de Kirk, quien sorprendió al perdonar públicamente al responsable de la muerte de su esposo. Sus palabras, acompañadas por lágrimas y aplausos, marcaron el cierre de una jornada que dejó en claro la magnitud del impacto político y humano que tuvo la vida de Charlie Kirk.