No sólo se está hablando de Donald Trump por su reciente toma de protesta como presidente de Estados Unidos por segunda vez, sino también por haber logrado una jugada que sorprendió a muchos: convertirse en el gran “libertador de Tiktok”.

Durante su primer día de gobierno, Trump llegó a un acuerdo con la plataforma social para restablecer su funcionamiento en el país. La red social había enfrentado un periodo de inactividad de 13 horas debido a las restricciones impuestas por la administración anterior. Sin embargo, Trump se comprometió a suspender la ley que prohibía Tiktok en el país, planteando una nueva condición: que 50% de los accionistas de la plataforma sean estadounidenses.

Este acuerdo logró reactivar Tiktok, ganándose el apoyo de millones de usuarios que vieron la suspensión como un golpe a la libertad de expresión y la cultura digital. Pero no todos están de acuerdo con las implicaciones de este movimiento. Mientras algunos celebran el regreso de la aplicación, otros cuestionan el poder de las decisiones presidenciales sobre plataformas privadas.

Con el futuro de Tiktok ahora más incierto que nunca, la promesa de Trump es solo el comienzo de una batalla sobre la regulación de las redes sociales en Estados Unidos.