Donald Trump está cumpliendo su palabra y ha anunciado que podría imponer nuevos aranceles a productos provenientes de Canadá y México a partir del 1 de febrero.
Esta medida, según el expresidente, busca fortalecer la economía estadounidense, pero los expertos advierten que podría generar un aumento significativo en los precios de productos clave.
Desde gasolina canadiense hasta automóviles fabricados en México, los costos podrían dispararse, afectando tanto a consumidores como a empresas en ambos países. Trump ha reiterado que “arancel” es su palabra favorita del diccionario, y su estrategia apunta a una renegociación comercial que podría tomar años en estabilizarse.
Mientras Estados Unidos busca alternativas para reemplazar productos importados, el impacto económico podría sentirse rápidamente.
¿Estamos ante el inicio de una nueva era económica?