Más de 100 millones de personas en Estados Unidos enfrentan condiciones climáticas extremas debido a una serie de tormentas de nieve y hielo que han paralizado ciudades enteras. Se prevé que en Washington, D.C., la nieve alcance hasta 22 centímetros de altura, mientras que en Kansas City podría superar los 30 centímetros, generando caos en el tráfico y afectando el suministro eléctrico en varias regiones.

Las autoridades han emitido alertas por accidentes viales, inundaciones, deslizamientos de tierra e hipotermia. En varios estados, miles de vuelos han sido cancelados y el transporte público opera con restricciones, mientras que equipos de emergencia trabajan para mantener despejadas las carreteras y evitar tragedias. Expertos advierten que la combinación de temperaturas bajo cero y fuertes vientos podría agravar la situación en los próximos días.

El impacto de estas tormentas ya se siente en diversos sectores. Escuelas y negocios han cerrado temporalmente, y los hospitales han reportado un aumento en casos de hipotermia y lesiones por caídas en el hielo. Meteorólogos han pronosticado que este fenómeno continuará afectando a varias regiones del país, y recomiendan a la población evitar desplazamientos innecesarios y seguir las indicaciones de seguridad.