Aunque parezca que todo el mundo está enganchado a sus series favoritas en plataformas como Netflix o Prime, en México la historia es otra. Solo 3 de cada 10 hogares tienen acceso a servicios de streaming, y en zonas rurales esa cifra se desploma: apenas el 8% puede ver contenidos por estas plataformas. La conectividad aún no es para todos.

Lo curioso es que, en contraste, el acceso a internet ha crecido: más de 100 millones de personas ya navegan regularmente. Además, tecnologías como cámaras de seguridad o bocinas inteligentes se están volviendo comunes en muchas casas, especialmente en zonas urbanas. La brecha digital no es solo sobre tener internet, sino también sobre qué se puede hacer con él.

Estos datos revelan una verdad incómoda: la digitalización no avanza al mismo ritmo para todos. Mientras unos maratonean estrenos, otros aún luchan por tener señal estable. ¿Qué significa esto para el acceso a la cultura, la educación y el entretenimiento? La conversación sigue abierta.