La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su desconcierto ante la decisión de Donald Trump de aplicar aranceles a los productos mexicanos, pese a las negociaciones bilaterales que han sostenido ambos países. Señaló que México ha apostado por el diálogo y la cooperación, pero que estas medidas unilaterales contradicen el trabajo conjunto para fortalecer las relaciones comerciales. Además, enfatizó que la imposición de aranceles no solo perjudica a México, sino que también impactará la economía de Estados Unidos, ya que muchos de los productos afectados son esenciales en la industria y el consumo estadounidense.
Sheinbaum confirmó que México responderá con medidas arancelarias y no arancelarias, las cuales serán dadas a conocer el próximo domingo. Aunque no detalló cuáles serán, adelantó que buscan proteger la estabilidad económica del país y minimizar el impacto en sectores clave. La postura de su gobierno es clara: no se quedarán de brazos cruzados ante una política que consideran injusta y que podría generar incertidumbre en los mercados internacionales.
El debate ahora gira en torno a las repercusiones de esta guerra comercial. Analistas advierten que, si ambos países no logran llegar a un acuerdo, el aumento de los costos de producción podría trasladarse al consumidor, encareciendo bienes esenciales como automóviles, alimentos y tecnología. En los próximos días, la atención estará puesta en la respuesta mexicana y en si la administración de Trump reconsiderará su postura frente a la presión de empresarios y sectores afectados.