¿Qué pasaría si México prohibiera el uso de redes sociales a todos los menores de 16 años? Esa es la pregunta que muchos se hacen tras conocer la propuesta de ley en Nueva Zelanda, que busca restringir por completo el acceso a plataformas digitales para adolescentes, con el fin de protegerlos de contenido violento o perjudicial.

De ser aprobada, la medida incluiría multas severas para empresas tecnológicas que no verifiquen adecuadamente la edad de sus usuarios. Aunque algunos sectores aplauden la intención de salvaguardar la salud mental juvenil, otros consideran que se trata de una forma de censura que no aborda el problema de raíz.

El debate ya ha encendido las redes: padres, docentes, psicólogos y los propios jóvenes opinan desde perspectivas muy distintas. Mientras unos piden regulación urgente, otros exigen educación digital en lugar de prohibiciones. ¿Es posible encontrar un equilibrio entre protección y libertad en la era digital?