En Coahuila comenzó el primer juicio oral contra una mujer acusada de difundir contenido íntimo de su exesposo sin su consentimiento, un caso que se presenta por primera vez bajo el marco de la Ley Olimpia. Hasta ahora, la mayoría de los procesos relacionados con violencia digital habían involucrado a agresores hombres, por lo que esta audiencia marca un precedente significativo en la aplicación de la legislación creada para sancionar la difusión no consentida de imágenes privadas. La acusación formal sostiene que la afectación a la víctima es equiparable a la de cualquier caso previo.
Especialistas en derecho digital señalan que la relevancia de este proceso radica en que confirma que la Ley Olimpia no distingue género y puede aplicarse a cualquier persona que viole la privacidad sexual de otra mediante medios electrónicos. La legislación, vigente en todo el país, contempla sanciones que van desde multas hasta penas de prisión, dependiendo de la gravedad y la intención del acto. En este caso, la autoridad judicial deberá analizar los elementos probatorios para determinar si existió dolo y daño emocional.
Colectivos feministas y organizaciones por los derechos digitales han reaccionado de manera diversa ante el inicio del juicio. Mientras algunas voces reconocen que la aplicación equitativa de la ley fortalece su legitimidad, otras advierten que el enfoque público no debe desviar la atención de la violencia digital sistemática que sigue afectando principalmente a mujeres. El caso se mantiene en desarrollo y podría sentar las bases para futuras resoluciones en materia de privacidad, consentimiento y responsabilidad digital.
