Portugal ha anunciado que prohibirá el uso de teléfonos celulares en escuelas primarias, con el objetivo de mejorar la convivencia escolar y reducir el acoso entre estudiantes. Esta decisión se tomó tras una serie de pruebas piloto aplicadas en diversas instituciones, en las que se observaron cambios significativos en el comportamiento social de los niños.

Según datos del Ministerio de Educación portugués, en las escuelas donde se aplicó la medida como prueba, los casos de acoso escolar disminuyeron en casi un 60 %. Además, docentes reportaron que los estudiantes comenzaron a interactuar más entre sí, jugar en los recreos y redescubrir espacios como la biblioteca escolar, donde ahora pasan más tiempo.

Las autoridades defienden que esta política busca fomentar habilidades sociales y mejorar la salud mental infantil, limitando la exposición a pantallas durante el horario escolar. Aunque algunos padres han expresado preocupaciones sobre la comunicación con sus hijos, la medida ha sido ampliamente respaldada por especialistas en educación y psicología infantil.