Un video se volvió viral luego de que el robot humanoide T800, de la empresa china EngineAI, golpeara y derribara al CEO Zhao Tongyang durante una demostración pública. La compañía insistió en que el clip fue grabado sin ningún truco ni efectos visuales, asegurando que se trató de una prueba real para responder a las críticas que acusaban a la empresa de usar animaciones en sus materiales promocionales. La escena ha generado debate sobre el verdadero nivel de autonomía e inteligencia que estos robots podrían estar alcanzando.

El incidente ha dividido opiniones entre expertos y usuarios. Algunos consideran que los movimientos del robot parecen demasiado fluidos y coordinados, comparables a una coreografía previamente ensayada. Otros sostienen que, de ser real, el comportamiento del T800 sería una muestra del rápido avance de la robótica, donde las máquinas ya serían capaces de analizar su entorno y reaccionar de forma independiente, incluso de maneras inesperadas.

Por su parte, EngineAI defiende la autenticidad del video y asegura que su robot está diseñado para tomar decisiones según la situación del momento, lo que incluiría acciones físicas espontáneas. La compañía afirma que el objetivo no era causar daño, sino demostrar la destreza del prototipo. La polémica continúa mientras más especialistas analizan las imágenes y debaten si estamos ante un avance tecnológico impresionante… o simplemente ante un truco muy bien ejecutado.