Aunque el mundo avanza hacia economías digitales, en México el efectivo sigue dominando: el 73% de las personas aún paga con billetes y monedas, según datos recientes. En contraste, en Estados Unidos y Canadá esa cifra es de solo 26% y 33%, respectivamente. Este hábito no solo retrasa la modernización: también perpetúa la informalidad y limita el acceso a servicios financieros.

El uso excesivo de efectivo impide que millones de transacciones sean rastreadas, lo que significa menos recaudación fiscal y, por ende, menos recursos para educación, salud e infraestructura. Además, sin historial bancario, las personas no pueden acceder a créditos, seguros ni construir un patrimonio formal.

Adoptar medios electrónicos no se trata de dejar atrás las costumbres, sino de abrir puertas a nuevas oportunidades. Digitalizar nuestras finanzas es también una forma de combatir la desigualdad y fortalecer la economía nacional.

Reportera, conductora y redactora de Mex news. Gustosa de aprender y curiosa irremediable.