La ciudad de Nueva York ha comenzado a instalar baños públicos de alta tecnología con un costo de hasta 200 mil dólares por unidad, una cifra que ha causado sorpresa e indignación entre algunos ciudadanos. El objetivo de esta iniciativa es enfrentar la histórica escasez de sanitarios públicos, sobre todo en zonas con alta afluencia peatonal o donde viven personas sin hogar. A pesar del elevado costo, ya se proyecta la instalación de 49 baños más para el año 2029.
Estos baños futuristas, automatizados y con autolimpieza, ya se han probado en otras ciudades estadounidenses, pero su llegada a Nueva York ha sido calificada como un paso necesario por algunos grupos vecinales. Señalan que durante años han tenido que lidiar con la falta de instalaciones sanitarias, lo que afecta la limpieza urbana y la dignidad de muchos ciudadanos.
Sin embargo, otros neoyorquinos y analistas cuestionan el gasto. Algunos aseguran que con ese presupuesto podrían haberse creado soluciones más económicas y eficientes, especialmente en una ciudad con serios problemas de vivienda y salud pública. El debate sobre la relación costo-beneficio sigue abierto, mientras las primeras unidades comienzan a operar en distintos barrios.