La tensión entre Elon Musk y Sam Altman sigue creciendo, y cada movimiento parece escalar la rivalidad. Altman estaría trabajando en una red social que competiría directamente con X, antes Twitter, propiedad de Musk, según reveló The Verge. Este nuevo frente se suma a una demanda que Musk presentó contra Altman en 2024, alegando traición a los ideales fundacionales de OpenAI. Poco después, el magnate de Tesla y SpaceX ofreció 97,400 millones de dólares para comprar la empresa… pero fue rechazado.
El verdadero golpe llegó en enero de 2025, cuando el gobierno de Estados Unidos anunció el megaproyecto de IA “Stargate”, con centros de datos en todo el país, y nombró a Altman como su líder. La noticia desató la furia de Musk, quien acusó públicamente a Altman de ser “un mentiroso” y aseguró que “no tiene el dinero para eso”. Mientras tanto, Altman continúa reforzando su presencia en el ecosistema tecnológico y político de Washington.
Más que una simple rivalidad personal, este conflicto representa una lucha ideológica y estratégica por el control de la inteligencia artificial a escala global. Musk, impulsivo e impredecible, ve la IA como un riesgo existencial. Altman, meticuloso y frío, busca impulsarla como motor de progreso. Ambos quieren definir las reglas del juego… y esto, apenas comienza.