El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha anunciado que el 2 de abril impondrá aranceles del 25% a productos mexicanos. Ante esto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha tomado acción inmediata para evitar la medida, dejando claro que “nuestras economías están integradas” y que la decisión podría traer consecuencias negativas para ambos países.

Para frenar la imposición de estos aranceles, México ha reforzado su seguridad fronteriza, incrementando decomisos de sustancias ilícitas y deteniendo el tráfico de migrantes. La estrategia busca demostrar que México está actuando en temas clave que preocupan a Washington.

Las negociaciones siguen en marcha, mientras empresarios de ambos lados de la frontera advierten sobre los efectos de una posible guerra comercial. El futuro de miles de productos está en juego, y la decisión final podría transformar el comercio entre ambas naciones.