El clima en México se ha dividido en dos realidades completamente opuestas. Mientras estados del sur y centro del país se encuentran literalmente bajo el agua por las lluvias torrenciales, en el norte se registran temperaturas superiores a los 45 °C. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, en los próximos días se esperan tormentas con descargas eléctricas y posible caída de granizo en al menos 15 estados, entre ellos Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Guerrero, Veracruz y Tabasco.

Las autoridades han emitido alertas por riesgo de inundaciones, desbordamiento de ríos y deslaves, especialmente en zonas montañosas. En contraste, Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Nuevo León enfrentan temperaturas que oscilan entre los 40 y 45 °C, lo que ha provocado problemas de salud y escasez de agua en algunas comunidades.

Protección Civil ha llamado a la población a extremar precauciones: evitar zonas de riesgo durante lluvias en el sur, y mantenerse hidratados y alejados del sol directo en el norte. El panorama evidencia cómo una misma nación puede experimentar simultáneamente fenómenos climáticos completamente opuestos.