La esperanza de vida en México alcanzó los 75.5 años, ubicándose como la más baja entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). De acuerdo con el informe más reciente del organismo, esta cifra es seis años menor al promedio general de los países miembros, lo que refleja una brecha considerable en materia de salud pública, prevención y calidad de atención médica.

El reporte también señala que un 28% de los adultos mexicanos no realiza suficiente actividad física, una proporción ligeramente menor al promedio de la OCDE, que se sitúa en 30%. Sin embargo, esta diferencia no se traduce en mejores indicadores generales, pues otros factores como la alimentación, el acceso a servicios de salud y la incidencia de enfermedades crónicas influyen de manera determinante en la esperanza de vida.

Otro dato relevante es que únicamente un 20% de las mujeres en México se sometió a exámenes para detectar cáncer de mama, frente a un promedio del 55% en el resto de los países de la organización. Esta brecha evidencia la falta de cobertura y acceso a pruebas preventivas, así como la necesidad urgente de fortalecer campañas de detección temprana. El informe reabre el debate sobre las políticas de salud pública y los retos pendientes en prevención.