A partir de hoy, las escuelas en México ya no podrán vender frituras, dulces ni comida rápida en cooperativas y tienditas escolares. Esta nueva medida busca combatir la obesidad infantil, una problemática que afecta al 37% de los niños entre 5 y 11 años.

La normativa establece que solo se podrán vender alimentos saludables, como frutas, verduras y agua natural. Quienes no cumplan con esta regulación enfrentarán multas, sanciones e incluso el cierre del plantel. Autoridades escolares y proveedores de alimentos deberán adaptarse de inmediato a las nuevas reglas.

Este cambio representa un paso importante en la lucha por una alimentación más sana en la infancia, un sector donde las cifras de obesidad y enfermedades relacionadas siguen en aumento. El impacto de la medida se reflejará en los próximos años, conforme se implementen acciones complementarias en el ámbito escolar y familiar.