Lo que parecía una vivienda común escondía un secreto aterrador: más de 80 perros vivían en condiciones extremas de abandono. El hallazgo ocurrió tras la muerte de una mujer de 73 años, cuyo cuerpo fue encontrado en el interior de la casa.
La vivienda no tenía ventilación ni electricidad, y en plena ola de calor, los animales estaban atrapados entre suciedad, heces y un ambiente tóxico.
Lo más alarmante es que los vecinos llevaban años denunciando el olor insoportable, los ladridos constantes y señales claras de maltrato animal. Pero ninguna autoridad actuó a tiempo.
Este caso ha desatado indignación en redes y vuelve a poner sobre la mesa una pregunta urgente: ¿cuántas veces se necesita alzar la voz para que alguien escuche?