La calidad del aire en la Ciudad de México sigue siendo un problema preocupante, especialmente por el aumento en los niveles de ozono. Desde 2019, estos valores han ido en ascenso, representando un riesgo para la salud de millones de personas. El ozono es un contaminante que puede causar problemas respiratorios, irritación en los ojos y afectar a personas con enfermedades pulmonares preexistentes
Este incremento está relacionado con el cambio climático. Las temperaturas más altas, olas de calor prolongadas y una mayor radiación solar favorecen reacciones químicas en la atmósfera que generan más ozono. A medida que estos factores se intensifican, la contaminación en la ciudad se vuelve más persistente.
Para mitigar el problema, las autoridades han recomendado reducir el uso del automóvil, fortalecer el transporte público sustentable y mejorar la regulación de las industrias contaminantes. Sin embargo, la clave también está en generar conciencia ciudadana sobre el impacto de la contaminación y la necesidad de adoptar hábitos más ecológicos.