El caos se apoderó de la Ciudad de México y del Estado de México tras una tarde de lluvias intensas que paralizaron la movilidad en varias zonas. En Iztapalapa se activó la alerta roja: calles completamente inundadas, vehículos atrapados bajo el agua y suspensión parcial del servicio de Metro.
La situación no fue muy distinta en municipios como Nezahualcóyotl y Los Reyes, donde el granizo sorprendió a los habitantes y el agua alcanzó incluso instalaciones de hospitales del IMSS. En redes sociales circularon videos de pacientes y personal médico lidiando con el ingreso del agua a las áreas de atención.
Aunque las autoridades reportaron que no hubo daños estructurales graves ni pérdidas humanas, miles de personas resultaron afectadas por los cortes en el transporte, la pérdida de enseres domésticos y el colapso de vialidades clave en la capital.