Lejos de ser un alimento común, la tortilla ha demostrado ser una pieza clave para una vejez activa y saludable. De acuerdo con especialistas en nutrición, su aporte de calcio contribuye a fortalecer los huesos, mientras que su fibra ayuda a proteger la salud cardiovascular. Además, su versatilidad en la dieta la convierte en una fuente accesible de energía y en un apoyo para mantener la masa muscular en la edad adulta.
Estudios recientes señalan que el consumo regular de tortillas podría reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión e incluso prevenir fracturas óseas relacionadas con la osteoporosis. Estos beneficios adquieren especial relevancia en México, donde el envejecimiento poblacional es cada vez más evidente y la alimentación juega un papel fundamental en la calidad de vida.
Los expertos recomiendan priorizar la tortilla de maíz tradicional frente a las versiones ultraprocesadas, pues conserva mejor sus propiedades nutricionales. En un contexto donde la salud y la longevidad son retos crecientes, este alimento básico de la dieta mexicana se perfila como un aliado indispensable para enfrentar la vejez con mayor fortaleza.