En el archipiélago de las Mil Islas, cerca de Nueva York, existe un lugar único: Just Room Enough Island, la isla habitada más pequeña del mundo. Con un tamaño similar al de una cancha de tenis, apenas tiene espacio para una casa, un árbol y un pequeño muelle.
La familia Sizeland compró la isla en los años 50 como un refugio vacacional, sin imaginar que se convertiría en una curiosidad turística. Aunque al principio buscaban tranquilidad, la notoriedad de la isla ha atraído la atención de viajeros de todo el mundo, convirtiéndola en un destino fotográfico imperdible.
Desde 1982, ostenta el récord Guinness como la isla habitada más pequeña del planeta. Su existencia plantea una pregunta interesante: en un mundo cada vez más urbanizado y saturado, ¿hasta dónde estaríamos dispuestos a reducir nuestro espacio para encontrar un lugar propio?