La inteligencia artificial dejó de ser una tendencia para convertirse en una herramienta indispensable en el mundo empresarial. De acuerdo con la consultora NTT Data, uno de cada cuatro negocios en Latinoamérica ya implementa IA para mejorar sus procesos y servicios. Desde bancos y hospitales, hasta minas, fábricas y agencias de publicidad, las empresas están usando esta tecnología no solo para optimizar tiempos, sino para reducir costos y aumentar su capacidad de innovación.
En México, el avance es aún más notorio. Más del 50% de las compañías ya planean destinar hasta un 30% de su presupuesto a IA generativa para el año 2026. Esto significa una apuesta clara por modelos que ayudan a crear contenido, analizar datos en tiempo real y tomar decisiones estratégicas con apoyo algorítmico. En sectores como salud, manufactura y logística, la IA ya está resolviendo tareas que antes requerían múltiples recursos humanos.
Este crecimiento también implica un cambio de mentalidad: adaptarse a la IA ya no es opcional. Para muchas empresas, quedarse al margen de esta revolución tecnológica podría significar pérdida de competitividad. La inteligencia artificial se posiciona como uno de los principales motores del desarrollo económico en la región, y su adopción promete transformar la manera en que trabajamos, creamos y resolvemos problemas.