Jamaica enfrenta una de las peores catástrofes naturales de su historia tras el paso del huracán Melissa, que alcanzó la categoría 5 con vientos superiores a los 295 kilómetros por hora. Las primeras imágenes muestran un panorama devastador: escombros en las calles, techos arrancados, árboles derribados y automóviles destruidos. Varias comunidades costeras permanecen incomunicadas debido a la falta de electricidad y servicios de comunicación, lo que dificulta las labores de rescate y evaluación de daños.
El huracán tocó tierra durante la madrugada, provocando lluvias torrenciales e inundaciones repentinas que arrasaron viviendas y carreteras. Autoridades locales confirmaron la mu3rt3 de al menos cuatro personas, aunque se teme que la cifra aumente conforme avancen las labores de búsqueda. El primer ministro jamaicano declaró estado de emergencia y solicitó apoyo internacional para atender la crisis humanitaria que atraviesa la isla.
Expertos en meteorología califican a Melissa como la tormenta más intensa que ha golpeado Jamaica desde que existen registros. Los esfuerzos de recuperación se centran ahora en restablecer la energía eléctrica, despejar vías de comunicación y brindar refugio a miles de personas desplazadas. La magnitud de los daños podría tardar semanas en dimensionarse por completo, mientras la nación intenta sobreponerse a uno de los eventos más destructivos de las últimas décadas.


