Un equipo de científicos acaba de presentar «Genius», una inteligencia artificial que va más allá de responder preguntas: puede razonar, planificar e incluso deducir lo que una persona piensa o desea antes de que lo exprese. Este desarrollo ha generado debates tanto en el ámbito tecnológico como en el ético.

Diseñada como una especie de «corteza prefrontal artificial», Genius utiliza inferencias lógicas avanzadas para entender el contexto y anticipar intenciones humanas. Por ejemplo, si detecta que estás en la cocina y tienes calor, puede sugerir agua sin que lo pidas. La idea es que entienda no solo lo que dices, sino también lo que necesitas.

Aunque representa un avance impresionante en la interacción hombre-máquina, también levanta preocupaciones sobre la privacidad. ¿Hasta qué punto queremos que una IA sepa lo que pensamos? ¿Dónde está el límite entre asistencia y vigilancia? El debate está abierto, y Genius podría marcar el inicio de una nueva era en la relación entre humanos y máquinas.