De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Inegi, en 2024 las familias mexicanas destinaron un promedio de 1,605 pesos trimestrales a consultas médicas, estudios, medicamentos y cirugías. Esto representa un incremento del 7.9% en comparación con 2022, lo que refleja un mayor esfuerzo económico de los hogares para atender sus necesidades de salud.
El informe también revela una fuerte desigualdad: mientras los hogares de menores ingresos destinan cerca del 4% de su presupuesto a gastos médicos, las familias con mayores recursos apenas invierten el 2% en este rubro. Esta diferencia muestra que los sectores más vulnerables son quienes enfrentan un mayor impacto económico al buscar atención sanitaria.
Especialistas señalan que este aumento puede estar relacionado con el encarecimiento de los servicios médicos y los medicamentos, así como con la reducción en el acceso a servicios públicos de calidad. El reporte del Inegi advierte que, de mantenerse esta tendencia, las familias más pobres seguirán siendo las más afectadas en su economía.