Contrario a lo que durante años se ha creído, las personas con diabetes no deben evitar todas las frutas. Especialistas en nutrición revelaron que algunas variedades no solo son seguras, sino que también pueden ayudar a controlar la glucosa en sangre y proteger la salud a largo plazo. El hallazgo desmiente una de las creencias más extendidas en torno a la dieta de pacientes diabéticos.
Entre los ejemplos destacados se encuentra la palta o aguacate, que no contiene azúcares y aporta grasas saludables. Los plátanos verdes ofrecen un tipo de fibra que ayuda a combatir la resistencia a la insulina, mientras que el mango fresco, consumido con moderación, contribuye a la saciedad y estabiliza los niveles de glucosa. Además, frutas como las naranjas, ciruelas pasas y la sandía presentan un bajo índice glucémico, lo que las convierte en aliadas de la salud metabólica.
Los expertos enfatizan que la clave está en el equilibrio y la variedad, no en la eliminación absoluta. Recomiendan a las personas con diabetes consultar con profesionales de la salud para adaptar su dieta de forma segura y efectiva. Con una correcta orientación, la fruta puede ser parte de una alimentación saludable y beneficiosa incluso para quienes viven con esta condición.