Un robot que camina bajo el agua, se adapta al terreno y no usa ni una gota de electricidad… no es ciencia ficción, es realidad. Científicos en California han desarrollado un robot impreso en 3D que funciona únicamente con aire. No necesita cables, baterías ni circuitos eléctricos.
El secreto está en su sistema de cámaras internas que se inflan y desinflan como si el robot respirara. Sus seis patas flexibles le permiten moverse por superficies irregulares, sumergirse en agua e incluso resistir ambientes con radiación o riesgo de explosión. Eso lo convierte en un candidato ideal para exploraciones submarinas, misiones en ambientes peligrosos… o incluso expediciones espaciales.
Este tipo de tecnología —llamada “robótica neumática”— es segura, ligera y cada vez más avanzada. Aunque aún es pequeña en escala, representa un cambio radical en cómo imaginamos a los robots del futuro. Sin electricidad… pero con mucha inteligencia.