El gobierno de Estados Unidos anunció una suspensión temporal en los procesos de residencia permanente y ciudadanía para migrantes provenientes de 19 países, entre ellos Cuba, Haití y Venezuela. La medida fue presentada bajo el argumento de proteger la seguridad nacional y fortalecer los procesos de verificación. El anuncio marca un giro significativo en la política migratoria del país y ha generado preocupación entre organizaciones internacionales.

La suspensión también afecta a países de Asia, África y Oriente Medio, integrando naciones con antecedentes de inestabilidad política o conflictos internos. Aunque el gobierno estadounidense no ha detallado la duración de esta pausa, señaló que se realizarán revisiones adicionales a los sistemas de evaluación de antecedentes. Los solicitantes que ya se encuentran en proceso deberán esperar definiciones adicionales en las próximas semanas.

Expertos consideran que esta decisión podría reconfigurar el panorama migratorio en los meses siguientes, especialmente para comunidades con fuerte presencia en Estados Unidos. La medida podría retrasar miles de solicitudes y modificar los flujos migratorios hacia otros países de la región. Diversas organizaciones han solicitado mayor claridad sobre los criterios utilizados, al advertir posibles afectaciones humanitarias y legales para quienes buscan regularizar su situación.