Muchas personas decoran su casa o jardín con helechos, esas plantas verdes, frondosas y resistentes. Pero lo que pocos saben es que pueden convertirse en un peligro oculto para las mascotas. Investigadores de universidades en California y Carolina del Norte alertaron que los helechos no sólo no repelen garrapatas, sino que generan el microclima perfecto para que estos parásitos prosperen y se multipliquen.
Las garrapatas se esconden en los bordes de las hojas, al acecho de un cuerpo cálido que pase cerca: ya sea un perro o un humano. Al entrar en contacto, pueden adherirse a la piel y transmitir enfermedades como la enfermedad de Lyme, Ehrlichiosis o Babesiosis, todas ellas con síntomas graves como fiebre, anemia, hemorragias internas e incluso daño en órganos vitales. En los perros, los efectos pueden ser fatales si no se detectan a tiempo.
Aunque los helechos no son tóxicos en sí, su rol en este ecosistema invisible los convierte en un riesgo silencioso. Si tienes mascotas en casa y usas este tipo de plantas, considera hacer revisiones frecuentes, usar productos antiparásitos y mantener tu jardín ventilado. La prevención puede ser la diferencia entre un paseo feliz y una visita urgente al veterinario.