Durante una conferencia reciente, la Dra. Pilar Durán, investigadora de la UNAM, advirtió que el uso excesivo de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT podría debilitar nuestras capacidades cognitivas. Según explicó, depender demasiado de estas plataformas reduce la práctica del razonamiento crítico y del procesamiento profundo de información.
La especialista señaló que existe un riesgo de “atrofia por desuso”, similar a lo que ocurre con cualquier habilidad que dejamos de ejercitar: si la mente deja de trabajar, se vuelve menos activa, menos curiosa y menos analítica. Este fenómeno, dijo, puede agravarse conforme la tecnología se vuelve más accesible y más rápida para resolver tareas.
Aun así, Durán reconoció que la IA es un poderoso multiplicador de productividad y creatividad si se utiliza de manera responsable. La clave, añadió, es verla como una herramienta de apoyo y no como sustituto del pensamiento propio, manteniendo siempre un equilibrio entre asistencia tecnológica y ejercicio mental.
