El volcán Taftán, ubicado en la región suroeste de Pakistán y considerado inactivo por siglos, ha mostrado señales preocupantes en los últimos meses. Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Agencia Espacial Europea confirmaron que el terreno alrededor del cráter se ha elevado hasta nueve centímetros en menos de un año, lo que indica acumulación de presión bajo la superficie.

Además, los sensores satelitales detectaron un incremento en las emisiones de gases, una señal clara de actividad magmática. Aunque los científicos descartan una erupción inmediata, advierten que el fenómeno debe ser monitoreado de cerca, ya que la estructura del volcán lo convierte en uno de tipo explosivo, con potencial para generar una erupción violenta si la presión continúa aumentando.

Las autoridades locales han reforzado la vigilancia en la zona y establecido un protocolo de alerta temprana para las comunidades cercanas. El hallazgo reabre el debate sobre la actividad sísmica en Pakistán y la necesidad de mejorar la infraestructura científica para anticipar desastres naturales en una región con escasos recursos de monitoreo volcánico.