Pasar horas frente a la pantalla no solo afecta la postura o la concentración, también tiene un impacto grave en la vista. Desde 2015, los casos de miopía han aumentado drásticamente en todo el mundo, y las proyecciones son alarmantes: actualmente el 30 % de la población es miope, pero para 2050, la cifra podría alcanzar el 50 %.
Los niños son los más vulnerables. Por cada hora adicional que pasan frente a dispositivos electrónicos, su riesgo de desarrollar miopía aumenta un 21 %. Y lo peor es que el daño comienza desde el primer minuto de exposición. Factores como la luz azul y el esfuerzo ocular constante contribuyen a este deterioro visual acelerado.
Expertos recomiendan limitar el tiempo de pantalla, fomentar actividades al aire libre y realizar pausas frecuentes para evitar daños irreversibles. Con la tecnología siendo parte de la vida diaria, ¿será posible frenar esta epidemia visual antes de que sea demasiado tarde?
(Fuente: JAMA Open Network)