El pingüino emperador, una de las especies más emblemáticas de la Antártida, está en riesgo crítico. En los últimos 15 años, su población ha disminuido un 22%, y los científicos advierten que, si no se detiene el derretimiento del hielo marino, esta ave podría extinguirse antes de que termine el siglo.

El hielo marino no solo es su hábitat, es también la plataforma donde estas aves se reproducen y crían a sus polluelos. La pérdida constante de hielo compromete la estabilidad de sus colonias, reduce las tasas de supervivencia y acelera su desaparición.

Este es otro de los impactos silenciosos del cambio climático. La desaparición del pingüino emperador sería un símbolo trágico de la crisis ambiental que vivimos, y una llamada de atención urgente para proteger los ecosistemas más frágiles del planeta.