Tras 38 días de hospitalización en el Hospital Gemelli de Roma por una severa neumonía bilateral, el Papa Francisco fue dado de alta este lunes, luego de haber estado en riesgo su vida. Durante semanas, el Vaticano mantuvo en reserva la gravedad de su estado de salud, pero fuentes cercanas confirmaron que la infección se complicó más de lo esperado, lo que mantuvo en alerta a la Iglesia y a millones de fieles en todo el mundo.
Antes de regresar al Vaticano, el Sumo Pontífice decidió hacer una emotiva aparición pública desde uno de los balcones del hospital. Ante casi tres mil personas que se congregaron en el lugar, el Papa saludó y bendijo a los presentes, agradeciendo las oraciones y muestras de cariño que recibió durante su delicado proceso de recuperación. La escena fue conmovedora y dejó ver la cercanía de Francisco con sus seguidores.
El regreso del Papa al Vaticano marca un respiro para la Santa Sede, aunque su agenda se mantendrá reducida en los próximos días por recomendación médica. A sus 87 años, Francisco sigue enfrentando constantes problemas de salud, lo que ha reavivado las especulaciones sobre su posible renuncia. Sin embargo, su reaparición pública demuestra, una vez más, su fortaleza y compromiso con la Iglesia y sus fieles.