El dólar estadounidense ha sufrido su peor desplome semestral desde 1973: una caída del 10.8% en lo que va de 2025. Las políticas arancelarias del gobierno de EE.UU. y la incertidumbre sobre las decisiones de la Reserva Federal han desatado dudas entre inversionistas, provocando una fuga de capitales y debilitando su moneda.
Mientras tanto, el peso mexicano vive uno de sus mejores momentos. Ha ganado casi un 10% frente al dólar y acumula cinco meses consecutivos de apreciación. Esta tendencia lo posiciona como una de las divisas más sólidas del año a nivel mundial.
Aunque este escenario favorece a México en términos de importaciones y estabilidad cambiaria, también podría impactar sectores como las exportaciones o el turismo. Aún así, el “superpeso” sigue marcando récords históricos en 2025.