Mientras la economía nacional enfrenta retos y tensiones políticas, muchos empresarios mexicanos están apostando por mover su capital fuera del país. Solo en el primer trimestre de 2025, se registraron inversiones por más de 1,500 millones de dólares en el extranjero, una cifra que representa un aumento del 131% respecto al año anterior. La búsqueda de estabilidad, diversificación y oportunidades está motivando esta nueva ola de inversión global.
El dinero no va a cualquier parte: se está concentrando en sectores estratégicos como hotelería, energía, tecnología y bienes raíces, principalmente en países como España, Alemania, Francia, Estados Unidos y algunos de América Latina. Desde proyectos turísticos en Madrid hasta centros corporativos en Berlín, el capital mexicano está dejando huella más allá de las fronteras.
Esta tendencia genera un debate necesario: mientras la globalización abre puertas, también plantea dudas sobre qué tan atractivo sigue siendo México para los inversionistas locales. ¿Se trata de una visión estratégica o de una señal de desconfianza? Lo cierto es que, por ahora, los grandes movimientos financieros están ocurriendo más allá del territorio nacional.