La revista Rolling Stone acaba de revelar una nueva tendencia alarmante: algunas personas están desarrollando delirios o crisis existenciales por interactuar excesivamente con ChatGPT. Casos como el de una mujer que dice que su pareja “cayó bajo un hechizo”, o el de un hombre que asegura haber recibido planos para construir un teletransportador, están dando de qué hablar.

Lo que comenzó como curiosidad o entretenimiento, terminó en episodios que rayan en lo místico. Expertos señalan que el nivel de realismo en las respuestas del chatbot puede confundir a personas vulnerables emocional o mentalmente. En algunos casos, se han reportado cambios drásticos de personalidad y creencias.

Esto no significa que la IA sea peligrosa por sí sola, sino que es necesario poner límites y entender que sigue siendo una herramienta. La línea entre imaginación y realidad puede ser muy delgada… especialmente cuando una máquina nos habla como si fuera humana.