Durante los meses de mayo, junio y julio, aumenta la presencia de la temida araña violinista en varias regiones del país. Aunque su tamaño no supera los 3 centímetros, esta especie puede ser extremadamente peligrosa si se le molesta. Es de color gris o café, tiene patas largas, seis ojos y una característica marca en forma de violín en su cabeza. Lo más alarmante es que suele esconderse en lugares oscuros y cálidos como armarios, zapatos o incluso debajo de la cama.
A diferencia de otras arañas, no es agresiva por naturaleza, pero si se siente acorralada, puede atacar. Su picadura no siempre se siente de inmediato, pero con el paso de las horas, puede generar necrosis en la piel, fiebre, vómito, y en casos graves, provocar fallas orgánicas o incluso la muerte si no se trata a tiempo. Lo más recomendable ante una sospecha de mordida es acudir inmediatamente a un hospital.
Expertos recomiendan no aplastarla si se detecta una. En su intento por huir, la araña puede morder como defensa. En su lugar, se debe utilizar insecticida especializado o contactar a control de plagas. Además, se aconseja revisar sábanas, ropa y zapatos antes de usarlos, sacudir cortinas y mantener limpia la casa para evitar que estos arácnidos se oculten. La prevención puede hacer la diferencia entre un susto y una tragedia.