Eric Topol, reconocido cardiólogo y uno de los principales expertos en longevidad a nivel mundial, ha revelado el hábito más poderoso para alargar la vida y mantener la juventud: el ejercicio. Tras décadas estudiando a los llamados “superancianos”, personas que superan los 80 o 90 años con buena salud y energía, concluyó que la actividad física es el único factor que consistentemente frena el reloj biológico.

Aunque la genética, la dieta y las relaciones sociales también tienen un papel importante, ninguna de ellas mostró un impacto tan fuerte y constante como el ejercicio diario. No se trata de rutinas extremas, sino de mantenerse en movimiento todos los días, ya sea caminando, subiendo escaleras o realizando actividades físicas moderadas. Este hábito ayuda a prevenir enfermedades del corazón, cáncer y deterioro cognitivo.

Topol sostiene que incorporar el movimiento a la vida cotidiana debería considerarse tan esencial como dormir o alimentarse. Promover este hábito desde edades tempranas y mantenerlo con los años puede ser la clave para no solo vivir más, sino vivir mejor. La ciencia lo confirma: mantenerse activo es el mejor regalo que uno puede hacerse a sí mismo.