El hábito de contar pasos se ha popularizado como un indicador de bienestar, impulsado por aplicaciones y dispositivos electrónicos que recomiendan metas diarias como los famosos 10 mil pasos. Sin embargo, especialistas en salud advierten que esta cifra, por sí sola, no garantiza una mejora integral. El conteo ayuda a medir la actividad física ligera, pero no contempla otros factores cruciales como movilidad, fuerza muscular o capacidad cardiorrespiratoria.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, para mantener un estado físico óptimo se requieren al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana, complementados con dos sesiones de ejercicios de fuerza. Estas recomendaciones buscan equilibrar el movimiento cotidiano con ejercicios que protejan huesos, articulaciones y masa muscular, elementos que los pasos por sí solos no pueden sustituir.
Investigadores señalan que caminar sigue siendo una actividad beneficiosa y accesible, pero insisten en que la salud depende más de la constancia y de una rutina variada que de alcanzar un número específico en un contador digital. Incluir actividades como estiramientos, entrenamiento funcional o caminatas a ritmo acelerado puede marcar una diferencia significativa en la prevención de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
